Las 12 horas de incomodo tren que nos llevan desde Beijing a Pingyao se nos olvidan nada mas pisar esta alucinante y hermosa ciudad medieval.Sus edificios antiguos presentan un alto grado de conservacion y restauracion;es muy fotogenica y realmente parece sacada de una pelicula de kung-fu de los años 70.Para mi fue de lo mejor que visitamos y ademas de la belleza,guardo un gran recuerdo de lo bien que nos trataron;se ve que aqui si se aprecia al turista.
Son las 8 de la mañana y lo primero es desayunar pues anoche ni siquiera cenamos con tanto estres en la estacion de trenes y demas.Nos damos un pequeño paseito por la calle principal hasta que decidimos entrar en una guest house con muy buena pinta.
La mejor eleccion de todo el viaje porque ademas del exquisito y abundante desayuno(fue lo mejor que comimos en todo el pais)nos sorprendio gratamente el buen trato del personal y la amabilidad del dueño;solo un detalle:despues de habernos desayunado casi media vaca,el hombre nos ofrecio otro cafelito por cuenta de la casa y ademas nos dejo conectarnos en los ordenadores gratuitamente
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Todo eso fue de mucho valor para nosotros despues de una semana de desprecios y miradas inquisidoras de los pekineses.
La ciudad esta llena de casas tradicionales con sus patios de mas de 300 años de antigüedad,torreones,almenas y templos espectacularmente conservados y la mayoria de las calles estan adornadas con farolillos rojos que dotan de un colorido festivo al anochecer de pingyao.
Todo la ciudad se rodea de una muralla con un buen estado de conservacion y a la que se puede subir previo pago de 120yuanes;nosotros lo sacamos a mitad de precio con el carnet de estudiante,jejejeje.
Nos dimos un palizon de andar por la muralla hasta abrir el apetito,momento en el que por supuesto volvimos a la misma guesthouse donde desayunamos tan bien.El almuerzo fue todo un acierto,pollo con chilis y verdura y una sopita de algo que aun no recuerdo pero que estaba riquisima.Aprovechamos para mandar unos mensajes a la familia antes de proseguir con la visita.
Para las 6 de la tarde ya habiamos visto todos los templos,casas antiguas,el primer banco de china y las 4 puertas de la ciudad;hasta rodeamos la muralla por el exterior y descansamos charlando con una pareja de españoles y unos hermanos alemanes esperando la puesta de sol que no pudimos ver por la niebla.
Estabamos reventados de tanto andar y hasta las 12 no salia nuestro tren a Xian,asi que nos metimos en un bar local Sakura cafe donde intentamos hacer algo de tiempo en internet y escuchando musica de bob marley...
Pingyao fue toda una experiencia por su belleza,el trato amable de los lugareños y por la pechá de andar que nos metimos(aqui me salio una ampolla en el dedo pequeño que no se separo de mi hasta una semana despues de volver a casa
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